Por: Agustina Castagnoli, Belén Santadreu y Manuel Correa y Colectivo Autana Tepuy.
Barinas cuna de nuestro comandante eterno Hugo Chavez Frías, protagonizó el debate constituyente, popular y vinculante impulsado por el Instituto Universitario de Agroecología Paulo Freire, la Campaña Venezuela Libre de Transgénicos, el Programa Todas las Manos a la Siembra y el Movimiento Campesino Jirajara y otros movimientos sociales. Esta jornada permitió debatir colectivamente sus aportes y propuestas a las organizaciones populares, movimientos campesinos, estudiantiles y de educadores; sistemas de trueke, movimientos agroeocológicos, maestros y maestras pueblo y comunidad en general, estos aportes serán parte de la nueva ley de semillas construida por el pueblo legislador.
El debate comenzó temprano, el pasado viernes 22 desde horas de la mañana, con una bienvenida cultural en la que varios cantores populares dedicaron su voz y puño a la semilla. Cerca de 200 personas nos encontramos en el Instituto Agroecológico Latinoamericano (IALA) Paulo Freire, ubicado en Barinas también contó con la participación del profesor Carlos Lanz Rodríguez que presentó su último libro “El legado de Chávez y la municipalización del programa de la patria”.
Se instalaron las mesas de debate abordando 5 temáticas: Exposición de Motivos, Revisión del Objeto de la Ley, Estructura de la Ley y Metodología, Formas de Comunicación y próximos encuentros. Cada mesa contó con la participación de 30 personas aproximadamente. Una vez finalizado el trabajo en este espacio se dio paso a una plenaria en la que se expusieron los resultados del debate de cada mesa.
Esta forma de expresión del pueblo empoderado se materializa en una experiencia que se hace al andar, fiel representación del ideal expuesto por el maestro Simón Rodríguez: Inventamos o erramos. La multiplicidad de voces aquí presentes incluyeron al sector campesino local de las zonas en donde se realizó cada encuentro, por ello su cualidad de itinerante. Es el campesinado quien expresa con mayor lucidez los peligros de la agroindustria transgénica. Benito, campesino de Barinas, fue contundente al declarar que el debate de la nueva Ley de Semillas debe incluir la garantía por la preservación de los suelos y las aguas: “No existe agroecología posible si la semilla autóctona que siembro es regada por aguas contaminadas. Los suelos y el agua son parte de la semilla”
Una ley no modifica la complejidad de escenarios sobre los cuales se aplica. Sobran ejemplos en los que la ley es sólo letra muerta. Sin embargo, ante la posibilidad histórica contenida dentro del proceso Revolucionario Bolivariano, de llevar adelante un ejercicio legislativo constituyente y vinculante, diremos que se respiró en las mesas de trabajo la reflexión conciente respecto de los poderes que hay que derribar para proteger a las ya lastimadas semillas de la lógica de mercado. La historia de exacerbación del cultivo transgénico es una música que suena hace tiempo en toda Latinoamérica. Son numerosas las manifestaciones contra grandes transnacionales como Monsanto y Sygna; y los casos de enfermedades o malformaciones producto del uso indiscriminado de agrotóxicos en los sembradíos de nuestros alimentos.
Las discusiones en la elaboración de la Exposición de Motivos de la nueva Ley de Semillas en Venezuela, construida bajo instancias del poder popular, son claras al respecto: se trata revertir un modelo de producción capitalista para avanzar en la profundización del Legado del Comandante Chávez hacia el modelo Ecosocialista avocado en el quinto Gran Objetivo Histórico del Plan de la Patria. La categoría “revertir” no debe leerse como una visión nostálgica e ingenua sobre las culturas ancestrales sino, al contrario, es en la revalorización de conocimientos fundamentados en el trabajo de la tierra, procesos con mucha historia de ensayo y error, que puede llegar a manifestarse la posibilidad de producir en grandes cantidades de forma alternativa.
Asimismo, es importante desnaturalizar el argumento de que volver hacia el campo representa un retraso, aún más en el seno de un país dependiente de las regalías del petróleo y su promesa de desarrollo. Quizás, el hecho de que Venezuela no dependa del agronegocio como primera fuente de ingresos en su economía, posibilita la creación de espacios de debate, populares y abiertos, que se amoldan a las necesidades y convicciones actuales del pueblo venezolano.
Luego de la discusión en mesas y la sistematización de los aportes socializados en la plenaria, se acordó uno dar continuidad al debate en un próximo encuentro a realizarse en el Estado Aragua el próximo 16 de diciembre.
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