miércoles, octubre 02, 2013

Nuestro mensaje... dado por «Ellos».

Las empresas capitalistas en un mundo cada vez más dolido a causa de crisis ecológicas, se vuelven verdes, tan verdes que encandilan. La propaganda realizada usando la gran cantidad de conocimientos que la ciencia ofrece: psicología y otras ciencias de la percepción, diseño visual, estadística y programación de sistemas; hace olvidar a la mayoría que el verde chillón de la publicidad, tiene más que ver con los residuos tóxicos de la agro-industria que con un bosque hirviente de clorofila.


«All Bran: mejora tu digestión, mejora tu vida»
Eslogan verde y naturalista
«Müsli: para disfrutar de lo natural en una forma diferente»
Con los agrotóxicos de Kellogg's, por supuesto
Los grandes publicistas en la era del capitalismo tardío pintan bosques de colosal hermosura, usando de pigmento los residuos tóxicos que no se pudieron arrojar contra las poblaciones de Vietnam o Gaza, que no pudieron venderse como «insecticidas» a los campesinos «suicidas» de La India, o aquellos residuos que no pudieron enterrar en San Juan, México.

"El Espantapájaros"
Un video que cuestiona el modelo industrial de producción y reivindica Nuestros valores

Hoy causa «furor» en la web un corto video animado que reivindica la comida natural y cuestiona el modelo industrial de producción. Es decir, que reivindica y cuestiona justamente lo que nosotros, luchadores eco-socialistas y decrecentistas señalamos. El mensaje que difunde esa obra es Nuestro mensaje; el imaginario que se usa, sus representaciones y sus símbolos, son justamente los Nuestros. ¿Quién creó ese mensaje? ¿Quién creó esa obra? ¿Con qué fines?

El corto animado pertenece a Chipotle Mexican Grill, una cadena de restaurantes que se especializa en los «burritos» de San Francisco y en los «tacos». El film muestra con sorna y de manera crítica la producción industrial de alimentos, la explotación a la que se someten los empleados de estas industrias, y la locura consumista que caracteriza a las masas manipuladas por la publicidad; en Venezuela, sabemos bastante de esta locura.

«All natural»
"Todo natural", reza una valla publicitaria
Tras ella, dos máquinas hinchan a una gallina inyectándole hormonas
«Farm fresh»
"Granja fresca"
reza la publicidad del tren
«Crow Foods: Feeding the world»
"Alimentos Cuervo: alimentando al mundo"
¡Que inmenso parecido con la publicidad de Monsanto y los demás gigantes biotecnológicos!
Anteriormente, la mayor parte de las acciones de Chipotle pertenecían a McDonald´s Corporation. La cadena posee más de 500 restaurantes en los Estados Unidos. Dicha expansión sólo fue posible gracias a la ayuda del imperio corporativo de McDonalds.

Observando tales socios y cifras, podemos deducir que no es Chipotle Mexican Grill una iniciativa empresarial eco-socialista. La masividad de su empresa, ligada a los más de 500 establecimientos «fast food», tampoco representan una iniciativa agroecológica.

En 2008, un restaurante Chipotle en Kent, Ohio, cerró brevemente; luego de que casi 200 personas tuvieran que ser tratadas médicamente debido a una intoxicación alimentaria. Al día siguiente, el restaurante volvió a abrir sin consecuencias. El mismo año, 22 personas fueron diagnosticadas con Hepatitis A (que se produce por alimentos contaminados) en un restaurante Chipotle de La Mesa, California.

El video de Chipotle es como un disparo que hicieran en su propio pie, luego de disparar contra todos sus socios y/o competidores. Sin embargo, esta acción se hace cada vez más común en la publicidad de las empresas y figuras capitalistas. ¿Cuál es el motivo? Bueno, éste es indudablemente un mundo en crisis, dónde los pueblos ya no digieren las ideologías dominantes, pues han caducado; los dominadores ahora necesitan trajearse de pueblo para engañar mejor (la derecha bolivariana de las últimas elecciones en Venezuela, es un ejemplo perfecto de esto); y que bien les funciona:

El video de Rihanna «Run this town» (controlar esta ciudad) la muestra como lidereza en un grupo bien parecido a una guerrilla urbana. Todo el imaginario es más propio de las Panteras Negras y de otros grupos contraculturales, que de una sifrina famosa y multimillonaria, apadrinada por Hollywood.

La campaña electoral de Obama también explotaba este sentido "popular", y lo dirigía hacia este personaje: marioneta de grandes corporaciones mundiales, Premio Nóbel de una Paz que le niega a todos los pueblos de la Tierra.

Tal vez lo más importante que nos toca observar, luchadores contraculturales y ecologistas, es que bien podríamos sentir vergüenza por no haber desarrollado en tantos años de revolución, la capacidad de mostrar nuestros propios contenidos (esos que Ellos roban) con el grado de belleza o gravedad, que siempre ha sido imprescindible para inspirar, conmover, y mover; que sin embargo, Ellos sí logran.

Durante años, muchos grupos entre "los nuestros" -algunos en posiciones bastante dominantes- han estado promoviendo un sistemático desprecio por la ciencia, la técnica y el conocimiento positivista, que ha probado sus aciertos durante tantas décadas. La comunicación revolucionaria, por ejemplo, está tan científicamente fundamentada como la religión mormona.

Alguien podría incluso pensar, que debido a los vicios de ciertas escuelas científicas y técnicas, esta revolución se ha propuesto una revolución dentro de la ciencia, una nueva escuela -revolucionaria- del Método, una escuela de pensamiento que permita superar esos vicios; pero no, De Hecho, estos grupos simplemente desprecian a La Ciencia como disciplina.

Paradójicamente, este mismo conocimiento que desprecian, es el que hace posible nuestra dominación a escala masiva. Pero, según estos grupos, la manera de luchar contra la dominación es: repetir una y otra vez que ella existe; El Discurso. El discurso panfletario, el eslógan, las pancartas y la terminología "revolucionaria" son, para ellos, las herramientas absolutas para derrocar el poder del capitalismo sobre nuestras mentes.

No es necesario escribir un tratado para evidenciar el fracaso de esa postura, ya que por sí misma ha demostrado de manera escandalosa su absoluto fracaso. Más importante es la reflexión de que, la primacía del discurso partidista por encima de todas las demás expresiones culturales, simplemente, no crea Cultura. Y si no somos Nosotros quienes creamos Cultura, entonces ¿quién lo hace? Exacto... Ellos.

Es hora de recuperar nuestros sentidos. Es hora de recuperar nuestros símbolos. Es hora de recuperar nuestros contenidos.

Aquí puedes observar el video; nuestros valores, dichos por ellos:

Al final del video de Chipotle, podemos ver para qué estas empresas dominantes, de estructura capitalista tradicional, usan nuestros contenidos:

El film es una publicidad de un video-juego que Chipotle junto a Apple han desarrollado. «The Scarecrow» (el espantapájaros), se llama el juego... y pensábamos que nos estaban invitando al eco-socialismo, a la agroecología y al decrecimiento; que nos estaban invitando a sembrar conucos de ciudad, a volver al huerto y a encontrarnos de nuevo con el alma colectiva de las cosas...

Gracias a que ellos han robado nuestros sentidos, las nuevas generaciones sólo sembrarán los huertos virtuales de sus tablets y sus Ipads, en el juego «The Scarecrow», mientras consumen veneno transgénico de la Polar y carne tóxica de McDonalds (Pues, además, tampoco hemos sido capaces de crear empresas fuertes que brinden una alternativa alimentaria real).

La virtualización de nuestra lucha, si no es realizada por nosotros para animarnos, será realizada por ellos para utilizarnos. Lamentablemente, gracias al dogma anti-científico y anti-metódico de tantos grupos en la izquierda venezolana, Ellos van ganando.

Inspírate, más allá de la virtualidad.
Ellos te prefieren virtual.
Marca el camino...

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