La ingeniería genética es una aplicación de la biotecnología que involucra la manipulación de ADN y el traslado de genes entre especies para incentivar la manifestación de rasgos genéticos deseados (OTA 1992).
Aunque hay muchas aplicaciones de la ingeniería genética en la agricultura, el enfoque actual de la biotecnología está en el desarrollo de cultivos tolerantes a herbicidas, así como en cultivos resistentes a plagas y enfermedades.
Introducción
Corporaciones Transnacionales (CTNs) como Monsanto,
DuPont, Norvartis, etc., quienes son los principales proponentes de la
biotecnología, ven los cultivos transgénicos como una manera de reducir
la dependencia de insumos, tales como pesticidas y fertilizantes. Lo
irónico es que la biorevolución esta siendo adelantada por los mismos
intereses que promovieron la primera ola de agricultura basada en
agroquímicos, pero ahora, equipando cada cultivo con nuevos "genes
insecticidas," prometen al mundo pesticidas más seguros, reduciendo la
agricultura químicamente intensiva y a la vez haciéndola más
sustentable.
Siempre que los cultivos transgénicos sigan
estrechamente el paradigma de los pesticidas, los productos
biotecnológicos reforzaran el espiral de los pesticidas en los
agroecosistemas, legitimando así las preocupaciones que tantos
científicos han expresado con respecto a los posibles riesgos
ambientales de organismos genéticamente modificados. De acuerdo a varios
autores, los riesgos ecológicos más serios que presenta el uso
comercial de cultivos transgénicos son (Rissler y Mellon 1996; Krimsky y
Wrubel 1996):
- La expansión de los cultivos transgénicos amenaza la diversidad genética por la simplificación de los sistemas de cultivos y la promoción de la erosión genética;
- La potencial transferencia de genes de Cultivos Resistentes a Herbicidas (CRHs) a variedades silvestres o parientes semidomesticados pueden crear supermalezas;
- CRHs voluntarios se transformarían subsecuentemente en malezas;
- El traslado horizontal vector-mediado de genes y la recombinación para crear nuevas razas patogénicas de bacteria;
- Recombinación de vectores que generan variedades del virus más nocivas, sobre todo en plantas transgénicas diseñadas para resistencia viral en base a genes vírales;
- Las plagas de insectos desarrollarán rápidamente resistencia a los cultivos que contienen la toxina de Bt;
- El uso masivo de la toxina de Bt en cultivos puede desencadenar interacciones potencialmente negativas que afecten procesos ecológicos y a organismos benéficos.
Los impactos potenciales de la biotecnología agrícola se
evalúan aquí dentro del contexto de metas agroecológicas que apuntan
hacia una agricultura socialmente más justa, económicamente viable y
ecológicamente apropiada (Altieri 1996). Tal evaluación es oportuna dado
que a nivel mundial han habido más de 1.500 aprobaciones para pruebas
de campo de cultivos transgénicos (el sector privado ha solicitado el
87% de todas las pruebas de campo desde 1987), a pesar del hecho que en
la mayoría de los países no existen regulaciones estrictas de
bioseguridad para tratar con los problemas ambientales que pueden
desarrollarse cuando plantas diseñadas por ingeniería genética son
liberadas en el ambiente (Hruska y Lara Pavón 1997).
La preocupación principal es que la presiones
internacionales para ganar mercados y aumentar las ganancias están
empujando a las compañías a que liberen cultivos transgénicos demasiado
rápido, sin consideración apropiada de los impactos a largo plazo en las
personas o en el ecosistema (Mander y Orfebre 1996).
No hay comentarios:
Publicar un comentario